top of page

Acerca de

​Divulgación de ideas diabólicamente radicales.

Cuando, en 1974, el aclamado poeta chileno Pablo Neruda publicó su "confieso que he vivido", enarboló también una frase icónica. Y es que, si bien el poeta vivió toda clase de sucesos de importancia histórica, no todos tenemos esa oportunidad de estar en momentos álgidos de transmutación social. Y sin embargo, vivimos. Tenemos siempre algo qué contar.  Es entonces que no somos, sino soy. ¿Quién soy? Soy una entidad de naturaleza virtual. Un ser cuyo más reciente apodo es "rowlott rra", una conjunción de lenguas: la húngara y la albanesa. Dicha conjunción significa algo así como un gusano depravado, un ser tóxico que se arrastra en el lodo buscando pervertir la realidad.

A lo largo del tiempo, esta página se ha ido transformando. Hoy podría describirla simplemente como un manifiesto personal en contra de la moral y del orden.

Me interesa principalmente la erradicación de prejuicios sexuales y declaro la guerra abierta a la estúpida comunidad del "orgullo". Siempre he Buscado la proyección de un arquetipo que dé sustento a una nueva contracultura: el fetichismo satánico.
El fetichismo satánico no es otra cosa sino el amor por los símbolos que constituyen nuestra entereza animal primitiva.
Ir a contracorriente es difícil en un mundo plagado de idiotas consumidos por el veneno de sus prejuicios. Grises rebaños floreciendo aquí, allá y en todos lados. La negación de los instintos creando una sociedad áspera, fanática, enajenada...

Apoyo la noble causa de la desintegración de los valores familiares tradicionales, que no han hecho sino propiciar ignorancia y estupidez.
Considero a los homosexuales mis principales aliados, puesto que desafían, con su actividad, la supuesta gracia de Dios. Amo la sodomía y en sí la perversión sexual.

 

Entendámonos: La homosexualidad es contracultural. La contracultura significa lucha, y la lucha se hace en las calles.

También síguenos en: 

¡Viva Sodoma!:

Rola nuestra página

La rolita es de Giacinto Scelsi: 

No la tenemos en loop, pero si aún te caga, puedes pararla en el botón rojo a la derecha del márgen central de la página.

© La Corte

bottom of page